Boda en Huerto La Torre - Aqui Empieza Todo

Hace unos días (el 15 de Agosto) fue el aniversario de la boda de Jacinto y Mª José. Y que mejor fecha que esta para recordar su boda. Desde aquí queremos felicitar a la feliz pareja, por otros 26 años ya más juntos.

Jacinto y Mª José querían celebrar por todo lo alto sus bodas de plata, su ilusión era volver a casarse, pero tal y como les hubiera gustado hacerlo hace 25 años.
Lo que nos transmitieron desde el principio es que querían una gran fiesta. Querían que todo el mundo se lo pasara genial, sin protocolos, todo muy distendido y familiar. Querían que a sus invitados no les faltara de nada y disfrutarán. Además era muy importante que la boda durara dos días y que tuviera alojamiento para continuar la fiesta al día siguiente.

Querían lo que nosotros llamamos una gran fiesta del amor, no hace falta decir que este tipo de bodas ¡¡NOS ENCANTA!! Y si, lo decimos gritando, nos encantan las bodas donde lo que quieren es celebrar su amor con las personas que más quieren sin importar los protocolos, ni el que dirán. Viva el amor.

Como querían una boda informal, divertida y en pleno agosto pensamos que la boda podría girar en torno a las hojas de Monsteras, ya que quedarían muy bien en el espacio escogido y aportanráin un pequeño toque tropical e informal a la boda. Las usamos de diferentes formas, naturales, de tela, dibujadas…

El camino del aparcamiento a la masía es un poco largo, por ello hicimos unos carteles para dar las gracias a los invitados y hacer el camino un poco más ameno. Valencia, al sol y agosto… mucho calor.

Nada más llegar a la zona del césped tenía unas letras de corcho que les daban la bienvenida y unas cuantas fotos de su historia, dónde muchos invitados podrían verse en fotos de hace unos años y ver cómo han cambiado.

Decoramos un poco la entrada al baño para que quedara más claro donde estaban los aseos y cuál era el de los hombres y las mujeres junto un pequeño kit de emergencia.

Como era en Agosto, y ser todo al aire libre pusimos un rincón donde podían encontrar todo lo necesario para que no les diera un sofoco: gafas de sol, gorros, chanclas, abanicos… además de bolsas de tela para poder guardar todo y repelente de mosquitos muy importante para las bodas en los meses de verano al aire libre.

Los novios querían recibir a sus invitados a la llegada a la ceremonia y poder charlar tranquilamente con ellos mientras iban llegando todos. Para que lo pudieran hacer creamos un pequeño rincón con limonada, cervezas de distintos tipos y patatas fritas, alrededor del cual fueron reuniéndose todos mientras se refrescaban.

La ceremonia fue muy emotiva, fue oficiada por su único hijo que dijo unas palabras muy tiernas a sus padres y un par de sorpresas más. Los novios no lo sabían pero disfrutaron de una cantante en directo que amenizo la ceremonia.

Sabemos que en la ceremonia los novios se emocionan mucho y se les queda seca la garganta, por ello les pusimos unas bebidas bien fresquitas.

La novia nos aviso que ella y sus amigos son muy llorones, con las lágrimas de la felicidad no tendrían bastante. Por ello quisimos poner un toque de humor.

Quisimos diferenciar los espacios y en la zona del coctel pusimos bolas de colores colgando de los árboles. Hicimos un cartel que indicaba cuales iban a ser los aperitivos que iban a degustar.

En la zona del coctel pusimos otro photocall con las iniciales de los novios (realizadas por el novio). En hojas de Monstera escribimos los platos del aperitivo para que supieran lo que podían comer.

Durante el aperitivo contaron con un coctelero.

Les pintamos un pequeño árbol de huellas para que pusieran las huellas todos los invitados (damos fe que todos la pusieron).

La cena querían que fuera informal y optaron por un buffet para que cada uno comiera lo que más le apeteciera, a su propio ritmo y que todos pudieran interactuar entre ellos y no estar sentados todo el rato.