Consejos para disfrutar de una boda de fin de semana.
Las parejas quieren aprovechar al máximo la boda, quieren disfrutar, pasar más tiempo con sus invitados y es posible en una boda de fin de semana en la que todos puedan disfrutar más relajadamente de la fiesta.
Una boda, con todo lo que supone de tiempo, planificación y esfuerzo para que todo salga como queréis, merece la pena que no se pase en sólo unas horas sin apenas daros cuenta y saborear con más calma un día tan importante en vuestras vidas, ¿no creéis?
Organizar una boda de fin de semana requiere mayor planificación que una boda “normal”, por eso, tenéis que tomaros la organización como si se tratara de un viaje con vuestros amigos de fin de semana. Para que os resulte fácil vamos a daros unos consejos para que organicéis una boda que nadie olvidara jamás.
Contratar un wedding planner
Preparar una boda requiere de mucha planificación y organización que muchas parejas no pueden llevar a cabo o que les supera. Es normal, tranquilos, no sois profesionales y tenéis mucho trabajo para estar tan pendientes de todas las cosas que se tienen que hacer. Para eso estamos nosotros. Una boda de fin de semana requiere de mayor preparación y de estar pendientes de más cosas que en una boda “tradicional”: alojamiento, desplazamiento, detalles, organización, ejecución, planificación… estar pendientes de muchas cosas. Contratar un wedding planner os dará la oportunidad de no estar pendientes de la logística y os dará la oportunidad de disfrutar de todo el fin de semana y de vuestros invitados. Es mejor que no dejéis a vuestros familiares y amigos encargados de todo, ellos también tienen que disfrutar de la boda. Dejarlos disfrutar.
Mandar con bastante tiempo las invitaciones.
Si realmente queréis que vuestros familiares y amigos puedan acudir a vuestra boda de fin de semana lo mejor es que los aviséis con tiempo para que lo anoten en sus agendas, no hagan planes para esos días, pidan descanso en el trabajo, miren vuelos económicos… para vuestros invitados también requiere una planificación, no es una boda a la cual van a dedicar un día, son dos o tres días y requiere una organización por su parte. Os aconsejamos empezar a repartir las invitaciones con seis meses de antelación.
Evitar desplazamientos.
Para la comodidad de todos los invitados, mayor acercamiento y que resulte todo más sencillos lo ideal es que el alojamiento este en el mismo espacio que la boda. La mejor opción es buscar hotel, masías, complejos donde podáis celebrar la boda y alojaros sin tener que moveros. Estarán todos cerca, no perderán tiempo en otros desplazamientos, podrán unirse de forma sencilla a las actividades programadas.
Respetar el presupuesto
Es una boda de varios días y una parte del presupuesto tiene que estar destinado a cubrir las necesidades básicas de vuestros invitados. Si no podéis cubrir todos los gastos, no os preocupéis no pasa nada, informar a vuestros invitados de que es lo que va a estar cubierto y lo que no. No os saltéis el presupuesto que tenéis fijado, ser creativos, jugar con los servicios. Podéis hacer un concurso de paellas en lugar de contratar un catering para una de las comidas, hacéis una actividad para vuestros invitados, os sale más económico y a la vez creáis unión entre los invitados. Este tipo de concursos culinarios son siempre muy divertidos.
Una web de la boda
Podéis pensar que no es necesaria, pero es muy útil para poder transmitir a vuestros invitados todo lo que tengan que saber sobre el fin de semana. No es necesario que gastéis dinero, ni tener conocimientos previos, en el mercado podréis encontrar páginas gratuitas prediseñadas que podéis utilizar con facilidad. En ella les podéis ir contando las novedades, las actividades, que gastos están cubiertos por vosotros, que van a necesitar traer, información sobre cómo llegar, información de transportes, que os digan sus alergias alimentarias, propongan actividades, canciones…
Nuestra boda también duro varios días y lo que hicimos fue hacer un vídeo que entregamos con la invitación dónde da forma graciosa y animada les contábamos las cosas que iban a pasar en la boda y los aconsejábamos sobre la vestimenta y lo que iban a necesitar.