Consejos traigo que para mi no tengo
Ayer hizo dos años que nos casamos, por ello hoy voy a escribir una entrada más personal. Normalmente no escribo sobre nosotros, me cuesta mucho traspasar el límite entre lo personal y lo laboral, pero creo que hoy es una buena ocasión para que nos conozcáis un poquito más.
Desde que me lo pidió empezamos a preparar nuestra boda. Teníamos dos ideas muy diferentes de cómo nos queríamos casar. Alex quería una comida informal en un buffet de asado, todo muy informal, que fuera quien quisiera y pudiera. A mi esa idea no me tentaba demasiado, pero una boda es de dos, y buscamos lo que nos hiciera felices a ambos (aunque lo lie más de lo que Alex quería jiji). Buscamos un espacio donde hacer nuestra fiesta del amor (para nosotros no es una boda, es una fiesta para celebrar con las personas que queremos nuestro amor), teníamos muy claro lo que queríamos: alojamiento, piscina, jardín y la posibilidad de tener una boda de fin de semana.
El menú lo teníamos claro, un asado informal, no íbamos a marcar sitios, cuatro mesas largas y que cada uno de nuestros familiares y amigos se sentaran donde más a gusto estuvieran. Hicimos todo nosotros mismos: decoración, regalos, flores, detalles, juegos, sorpresas…. Miles de cosas personalizadas por nosotros para tener una boda muy personal y muy nosotros.
Cuando llegaba el día de la boda más lo pensaba, nosotros no vamos a poder estar organizando todo el día de la boda, una cosa era preparar, buscar, decorar… y otra muy distinta ser los protagonistas y estar pendientes de que todo suceda en los tiempos marcados. Y cometimos el error que cometen todas las parejas, delegamos las tareas que no podíamos hacer nosotros en nuestros familiares y amigos. Ellos encantados de ayudarnos y de hacer lo que les habíamos encargado a cada uno de ellos, les dimos a cada uno una tarea para no saturar a nadie y así lo hicieron. No podían disfrutar como ellos querían porque tenían una misión en la boda, y como es normal se despistaban disfrutando de la boda y teníamos que ir a recordarles lo que tenían que hacer. Disfrutamos de la boda como niños, pero siempre salen contratiempos y pequeños detalles que no tienes pensados (que no funcione algo, que desaparezca alguna cosa…) y no has delegado a nadie y que nos tocaba a nosotros ir solucionando sobre la marcha. Por eso desde nuestra experiencia os recomendamos siempre que tengáis al lado a una persona de confianza que se encargue de todos esos detalles donde los novios ni vuestros familiares pueden llegar. Siempre me he encargado de ayudar y organizar las bodas de mis seres queridos, me sale natural estar pendiente de todo, pero cuando eres novia, todo es muy distinto, no puedes estar pendiente de todo lo que sucede, ese día es para disfrutar y darlo todo.
Por eso desde nuestra experiencia os voy a dar dos consejos:
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